viernes, 21 de marzo de 2025

BUSCANDO EL VERDADERO ÉXITO EN LA VIDA

 


Lucas siempre había soñado con el éxito. Desde niño, le fascinaba la idea de triunfar, de ser alguien importante. En su mente, el éxito tenía la forma de autos lujosos, muchas mujeres bellas, una gran casa y muchos seguidores en las redes sociales. Sin embargo, algo en su corazón le decía que había más, que ese éxito no podía ser todo lo que realmente importaba en la vida, es que Lucas sentía un vacío en su corazón que no podía llenar.

Un día, mientras volvía de sus clases de la universidad agotado y caminaba por el parque de su barrio, se encontró con un viejo amigo de la infancia, David. Después de un abrazo y algunas risas recordando viejos tiempos, la conversación se volvió profunda. David le contó cómo su vida había cambiado en los últimos años: había dejado atrás sus ambiciones materiales desmedidas y se dedicaba a servir en la parroquia.

¿Sabes? —dijo David—. Antes pensaba que el éxito era acumular cosas y ser alguien importante, pero descubrí que el verdadero éxito es vivir con propósito y compartir lo que tengo. Ahora, cada domingo voy a la parroquia y eso me da una paz increíble.

Algo en las palabras de su amigo tocó el corazón de Lucas. Esa conversación quedó rondando en su mente durante toda la semana. El domingo siguiente, impulsado por la curiosidad y el anhelo de encontrar sentido a su vida, decidió ir a la parroquia para ver lo que su amigo había encontrado.

Al llegar, se sintió un poco incómodo al principio, pero conforme comenzó la misa y escuchó el Evangelio, algo se quebró en su interior. Era la Parábola de los Talentos (Mateo 25, 14-30), y cuando el sacerdote explicó cómo el éxito verdadero no es guardar lo que tenemos por miedo, sino arriesgarnos a multiplicar los dones que hemos recibido, Lucas sintió que esas palabras iban dirigidas directamente a él.

El sacerdote dijo:

"Muy bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor."


De repente, Lucas comprendió algo profundo: el éxito no era tener más cosas, sino multiplicar lo que Dios le había dado. Entendió que el éxito verdadero era vivir con propósito, usar sus talentos para servir a otros y dejar una huella positiva en el mundo.

Desde aquel día, su actitud ante la vida cambió radicalmente. Comenzó a ver el éxito no como un destino lleno de riquezas, sino como una actitud ante la vida misma. El éxito era levantarse cada mañana con gratitud y propósito. Era sentir que su vida tenía un valor inigualable porque Dios lo había creado con un motivo especial.

Lucas dejó de buscar aplausos y comenzó a buscar formas de dar. Se ofreció como voluntario en la parroquia, donde descubrió que ayudar a los demás le llenaba de alegría. En su trabajo, empezó a tratar a sus compañeros con más paciencia y empatía, descubriendo que liderar con amor era más poderoso que imponerse con autoridad.

Aprendió que el éxito es:

🌱 Un Camino Continuo: No se trata de llegar a una meta, sino de dar lo mejor de sí mismo cada día.

🎁 Ser un Regalo para el Mundo: Compartir sus talentos y habilidades con generosidad.

💎 Descubrir sus Recursos Internos: Identificar las "minas de talento" que Dios puso en su corazón y ponerlas al servicio de los demás.

💪 Levantarse cada Día con Fe: Sabiendo que su valor no depende de los logros materiales, sino de vivir según el propósito divino.



Lucas comenzó a vivir con amor y pasión, entendiendo que el verdadero éxito estaba en amar lo que hacía, en servir a los demás y en caminar cada día con humildad y confianza. Descubrió que el éxito no estaba en ganar más dinero o reconocimiento, sino en la satisfacción de saber que su vida estaba siendo útil y significativa.

Empezó a valorar las cosas pequeñas: una charla con un amigo, un abrazo de su madre, una sonrisa sincera en la calle. Cada momento se volvió precioso, porque entendió que el éxito era vivir el presente con gratitud.

Un día, mientras compartía con su grupo de jóvenes en la parroquia, Lucas les dijo:

El éxito no es lo que el mundo nos dice, amigos. No es lo que tienes, ni lo que logras. Es lo que das, lo que compartes, lo que amas. Es vivir cada día con fe, sabiendo que vales por lo que eres ante Dios, no por lo que los demás piensen de ti.

Sus palabras tocaron corazones, y muchos jóvenes se sintieron inspirados a replantear sus propios conceptos de éxito. El mensaje de Lucas trascendió porque no solo hablaba con palabras, sino con su propia vida transformada.

Lucas entendió que el éxito verdadero era dar y darse. Sentir que la vida es una oportunidad para convertirse en aquello que Dios quiere que seas. Era vivir cada día con esperanza, enfrentar las dificultades con fortaleza y confiar en que Dios sacará lo mejor incluso de los momentos difíciles.

Hoy, Lucas sigue caminando por la vida con la cabeza en alto, pero con humildad. Ya no busca el éxito como lo hacía antes, porque descubrió que el verdadero triunfo está en vivir la vida con propósito, con amor y con la certeza de que Dios le ha dado todo lo necesario para ser feliz.

💫 El éxito, al final, es una actitud ante la vida. Es vivir con amor, dar lo mejor de uno mismo y confiar en que cada día es una oportunidad para ser la mejor versión de uno mismo, bajo la guía y el amor de Dios. 💫

#SeOsquiere: ELOY

miércoles, 5 de marzo de 2025

UN CAMINO HACIA LA LUZ

 


Pedro caminaba por la vida con el corazón pesado, como si estuviera atrapado en un viaje interminable y solitario. Su alma, agotada y confundida, ya no encontraba sentido en aquello que antes le importaba. Sus estudios, la relación con sus padres e incluso sus amigos parecían distantes, como si se hubiera extraviado en un laberinto sin salida. La vida que una vez conoció se había desdibujado en sombras, y el dolor lo consumía, empujándolo cada vez más lejos de sus anhelos.

 Un día, tras una acalorada discusión con sus padres, Pedro decidió alejarse. Necesitaba un respiro, un espacio para ordenar sus pensamientos. Sin rumbo fijo, caminó por calles desconocidas, sintiéndose perdido tanto por dentro como por fuera. Había un vacío en su corazón, una ausencia que no podía nombrar, y aunque su mente estaba invadida por preguntas y dudas, ninguna respuesta llegaba a él.

Las horas transcurrían y el cansancio, tanto físico como emocional, se hacía más pesado. Sin que se diera cuenta, otro joven comenzó a caminar a su lado. "¿Por qué estás tan triste?", preguntó con una voz serena y comprensiva.

 Pedro, sorprendido de que alguien notara su aflicción, respondió con sinceridad: "Siento que mi vida ha perdido sentido. Estoy agotado... La escuela, mi familia, mis sueños... todo se ha desvanecido. Ya no sé qué hacer".

 El joven escuchó con atención y, tras un breve silencio, le dijo con dulzura: "¿Acaso has olvidado todo lo que has vivido hasta ahora? ¿No te das cuenta de que, aunque no lo comprendas en este momento, todo tiene un propósito? A veces, lo que parece oscuro y sin sentido es solo el preludio de algo más grande".

Pedro no entendía del todo sus palabras, pero en ellas encontró un inexplicable consuelo. Algo en su interior comenzaba a despertar. Mientras continuaban caminando, el joven habló con mayor claridad, recordándole historias que Pedro conocía bien, hablándole de esperanza, amor y propósito. Sin embargo, Pedro aún no comprendía quién era su compañero de camino.

"Pero, ¿quién eres tú para hablarme así?", preguntó Pedro en un susurro.

El joven sonrió con serenidad y siguió hablando, con una paz que Pedro no había sentido en mucho tiempo. A medida que avanzaban, el peso de su angustia parecía disiparse. Algo en él estaba cambiando.

Al llegar a una casa en el camino, el joven propuso: "Quedémonos aquí. La noche está por caer". Sentados a la mesa, el joven tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio a Pedro. Fue en ese instante cuando sus ojos se abrieron y, de repente, lo comprendió todo: aquel joven, aquel ser lleno de paz y sabiduría, era quien había estado buscando sin saberlo. Como si una luz cegadora iluminara su corazón, toda la oscuridad se disipó. La angustia se desvaneció, dejando en su lugar una paz infinita.

Pedro, con el corazón latiendo con fuerza, exclamó con asombro: "¡Es Él... ¡es Jesús!".

En ese instante, el joven desapareció de su vista, pero la transformación en Pedro ya era irreversible. Ya no estaba solo ni perdido, porque había encontrado lo más importante: la luz que siempre había estado con él, aunque nunca la hubiera visto antes.

Con el corazón ardiendo de gozo y gratitud, Pedro corrió de regreso a casa, a su familia. Ya no era el mismo joven abatido y desesperanzado. Ahora llevaba en su alma la certeza de que el amor siempre vence.

En su propio camino de Emaús, Pedro encontró la paz. Comprendió que, aunque la vida esté llena de sombras y momentos difíciles, siempre hay un sendero hacia la luz, un sendero guiado por el amor inagotable que nunca se apaga. El mismo amor que, al igual que con los discípulos en aquel primer Emaús, vino a buscarlo y a revelarle el verdadero sentido de su vida.

Este relato, inspirado en Lucas 24:13-35, refleja el viaje interior de Pedro, quien, en su dolor y desorientación, encuentra consuelo y comprensión en una revelación que transforma su existencia. Al igual que los discípulos de Emaús, Pedro experimenta un renacer a través de la presencia de Aquel que es la fuente del verdadero amor, comprendiendo que solo ese amor tiene el poder de vencer todas las dificultades.

#SeOsQuiere: ELOY

jueves, 13 de febrero de 2025

LA LOCURA DEL AMOR

 

Bodas de plata de Eloy y Lourdes - Parroquia de Horche (Gu) 8/06/2024


"Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y en tu nombre alzaré mis manos." (Salmo 63:3-4)

Hoy quiero hablaros de la locura del Amor, porque no hay tema más hermoso que este. El Amor verdadero es más que un sentimiento o una emoción pasajera: es una fuerza divina que nos transforma, nos eleva y nos impulsa a hacer cosas maravillosas. Es vivir con el alma despierta, con el corazón encendido y con la mirada puesta en Dios, la fuente inagotable de todo amor.

La locura del Amor nos llama a entregarnos sin medida, a dar sin esperar, a creer que todo es posible cuando amamos con un corazón sincero. Nos enseña que todavía podemos cambiar el mundo, que aún podemos ilusionarnos con las personas que amamos: nuestra familia, nuestro matrimonio, nuestros hijos, amigos, alumnos y compañeros de camino. Amar es también orar por ellos, encomendar sus vidas al Señor y confiar en su plan perfecto.

Lourdes, Víctor y Lucía, ¡os quiero con locura!


Vivir enamorados permanentemente, con un amor sincero y sin condiciones, es el mayor regalo que podemos recibir. La locura del Amor nos permite ver lo invisible, escuchar lo que otros no oyen y sentir con el alma lo que el mundo muchas veces ignora. Amar es decidir confiar, es lanzarse sin miedo, es entregarse sin reservas.

No estamos locos; simplemente vivimos fuera de los límites de un mundo que nos exige pruebas para creer. Pero sabemos que lo esencial no se ve con los ojos del cuerpo, sino con los del alma. El Amor es el mejor ejemplo de ello.

Para amar de verdad, necesitamos un corazón grande, fuerte y valiente. Un corazón que se atreva, que no tema caminar, que sepa afrontar las dificultades con la certeza de que Dios nos sostiene. La locura del Amor nos da el coraje para hablar, para crear, para poner nuestros talentos al servicio de los demás.

Con ilusión, con fe y con la fuerza del Amor podemos llegar donde nadie ha llegado, hacer lo que nadie hace y experimentar una felicidad que solo puede venir de Dios, el Amor absoluto y eterno.


Bodas de plata de Eloy y Lourdes - Parroquia de Horche (Gu) 8/06/2024

#SE OS QUIERE CON LOCURA


viernes, 7 de febrero de 2025

APRENDER Y ENSEÑAR A PESCAR

 

Esta semana, quiero hablaros de aprender y enseñar a pescar. Sin duda, podemos ser más felices y hacer felices a los demás si aprendemos y enseñamos a pescar.

Pero, qué queremos pescar?

Os pongo algunos ejemplos: podemos aprender y enseñar a pescar para tener sabiduría, fortalecer la fe, cultivar la esperanza, vivir en paz y crecer en el amor. Porque no se trata solo de aprender a pescar para nosotros mismos, sino también de enseñar a otros, de ayudarles a encontrar y cosechar los verdaderos tesoros de la vida.

Sabemos que no es una tarea fácil. “Brilla en las tinieblas como luz para los rectos” (Salmo 112:4).

Necesitamos desarrollar las habilidades y destrezas para pescar esos tesoros. Y solo aquellos que han aprendido a ver con los ojos de la fe, a sentir con el corazón y a pensar con sabiduría, logran una pesca abundante. Son quienes se atreven a pescar donde los demás no pescan, los que confían en Dios y ven con los ojos del alma.

Porque los verdaderos tesoros no están en lo material ni en lo superficial, sino en los valores eternos: el amor, la fe, la esperanza, la paciencia, la misericordia y la paz. Estos valores no tienen precio ni están a la venta.

Hablamos de gestos tan sencillos y a la vez tan poderosos como una sonrisa sincera, una caricia que consuela, un abrazo que sana, la ternura de un padre y una madre, el valor de la familia y el talento puesto al servicio de los demás.

Me viene a la mente una frase de Will Smith que ilustra esta idea:

"Quiero hacer el bien. Quiero que el mundo sea mejor porque yo estuve aquí. Quiero que mi vida, mi trabajo, mi familia, signifiquen algo. Si no estás haciendo que la vida de alguien sea mejor, entonces estás desperdiciando tu tiempo."


Por eso, necesitamos aprender y enseñar a pescar, sobre todo aprender y enseñar la verdadera felicidad: aquella que proviene de servir, de amar y de entregar la vida con generosidad.

Se trata de crear una escuela de pesca donde se aprenda el arte de vivir, donde el foco esté puesto en la felicidad que nace de Dios. “Dichoso el que teme al Señor y se complace en sus mandamientos” (Salmo 112:1).

Aprender y enseñar a pescar es nuestra misión en la vida. Somos maestros y discípulos, aprendices y guías en el camino del Señor.

Por eso, sin duda, la educación y la formación en valores es la herramienta más poderosa para cambiar el mundo.

Aprender y enseñar a pescar es dar lo mejor de nosotros mismos: nuestro tiempo, nuestro esfuerzo, nuestra dedicación y trabajo. Es descubrir el talento que Dios nos ha dado y ponerlo al servicio de los demás, especialmente de los más necesitados.

Es dejar que nuestra luz brille para iluminar a otros y enseñarles a descubrir la suya. Jesús nos dijo: "Vosotros sois la luz del mundo" (Mateo 5:14).


Es practicar lo que predicamos, experimentar lo que aprendemos, y sobre todo, vivir con un propósito: ser pescadores de hombres, como Jesús nos enseñó (Mateo 4:19).

Para terminar, quiero recordarte que tenemos un reto por delante: aprender y enseñar a pescar, a impulsar una nueva escuela de vida donde el amor sea la brújula y Dios el motor. Sin miedo, con valentía, con fe y siempre movidos por la fuerza del Amor de Dios.

"El justo no temerá las malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor" (Salmo 112:7).

#SeOsquiere

lunes, 1 de abril de 2024

CONCIERTO BENÉFICO "ELOY Y AMIGOS"

 

Cartel del concierto: Uniendo música y solidaridad

Me emociona enormemente compartir con todos vosotros el concierto "Eloy y Amigos". En este evento, he querido reunir a un grupo de amigos: artistas, músicos y personas que, como yo, compartimos el amor y la pasión por la música. Además de expresar nuestra amistad, queremos unirnos en solidaridad en beneficio del proyecto de apadrinamiento en Guinea Ecuatorial, al mismo tiempo que abrimos una pequeña ventana para difundir este hermoso proyecto en el estamos colaborando desde su inicio hace más de seis años.

El concierto se llevará a cabo el 18 de mayo a las 20:00 h en la Casa de Cultura de Horche (Guadalajara), donde celebraremos y cantaremos al amor. Los fondos recaudados se destinarán al apadrinamiento de más niños, cubriendo gastos como matrículas, alimentación y libros, para ofrecerles una oportunidad real de futuro.

Entre los artistas que participarán en el concierto, destacan la Rondalla El Infantado, el coro del Taller del Recuerdo de Horche y otros invitados especiales que iremos desvelando poco a poco.




Te invitamos a disfrutar de una noche llena de inspiración, ilusión y gratitud. La entrada es SOLIDARIA, con un precio de 5 € por asiento y están disponibles para su compra en la Casa de Cultura de Horche, ubicada en la C/ Vallejo 17 en Horche (Guadalajara). Si no puedes asistir al concierto, también puedes contribuir adquiriendo tu entrada en fila 0, por 5 euros, en la Parroquia del Salvador de Guadalajara.

Además, si deseas colaborar con Guinea, puedes hacer una donación a través de la cuenta bancaria de la Parroquia del Salvador de Guadalajara en Ibercaja: ES88 2085 8073 0503 3002 9438.

Únete a esta noble causa y ayúdanos a construir un futuro mejor para estos niños. Recuerda, cada gesto cuenta. Juntos, podemos marcar la diferencia. ¡Te esperamos!



Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todas las personas y entidades que están colaborando con este concierto: el Ayuntamiento de Horche, Academia Elite, Parroquia El Salvador de Guadalajara, Rondalla El Infantado, Parroquia de la Asunción de Horche, Asociación de mujeres la Malena de Horche, Asociación de Jubilados de Horche, EsRadio Guadalajara, Coro del Taller del Recuerdo de Horche, y muchos más. Su apoyo es fundamental para hacer realidad este evento y para llevar esperanza a quienes más lo necesitan.

 

#Se Os quiere: Eloy Rubio


PROYECTO DE APADRINAMIENTO “SI TU ME AYUDAS, LOGRARÉ VIVIR COMO PERSONA “

Este proyecto empezó casi por casualidad en el año 2017, cuando supimos que en Bata (Guinea Ecuatorial), muchos niños en edad escolar estaban sin escolarizar, en la calle por falta de recursos, pasando hambre y penurias.

El Padre Ildefonso era su párroco, y les recogía como monaguillos y se preocupaba de ellos, pero no podía hacer mucho ante tanta pobreza. Casi sin darnos cuenta iniciamos este proyecto, primero hermanando las parroquias de San Francisco Javier Etófili en Bata, y la de El Salvador en Guadalajara. Al principio contamos con los más allegados y más tarde con todo aquel que se quisiera sumar a esta causa. Y así nació nuestro proyecto de apadrinamiento, con el objetivo primordial de escolarizar a los niños de ese barrio o parroquia necesitada y darles una oportunidad de futuro.

Fuimos creciendo poquito a poco hasta hoy en que por muy poco, apenas 0.58 céntimos diarios, tenemos a 38 niños escolarizados (dos de ellos ya en la Universidad), en un buen colegio, con su uniforme, su transporte escolar y una comida diaria, que por desgracia muchos de ellos es la única que hacen al día.

Quedan muchísimos niños por apadrinar, por sacar de la calle y los peligros que ello conlleva, por intentar darles una oportunidad de futuro, ¿te sumas?

Recuerda que nuestro lema es: SI TÚ ME AYUDAS LOGRARÉ VIVIR COMO PERSONA.


https://www.youtube.com/watch?v=DIvU5OiHLhg&t=2s
Aquí podéis ver el vídeo del proyecto de apadrinamiento y del concierto.





lunes, 20 de noviembre de 2023

QUIERO DARTE MIL GRACIAS




Hoy con el corazón lleno de gratitud quiero dar “Mil Gracias" a Dios por nuestro querido y amado padre, Eloy, quien partió de este mundo dejándonos un legado de amor, fortaleza y valores inquebrantables.

A pesar de ser un momento de dolor por tu partida de este mundo, hoy y siempre queremos agradecerte por habernos concedido el privilegio de tener un padre tan maravilloso. Tu vida ha sido un testimonio de bondad, de lucha incansable y dedicación a nuestra familia. Has sido un hombre ejemplar, un faro que ha iluminado nuestro camino con tu honradez, respeto, cariño y amor incondicional.

Padre querido, has sido un trabajador incansable, un emprendedor valiente y un ser humano adelantado a tu tiempo. Nos has enseñado con tu ejemplo a ser responsables, a enfrentar la vida con valentía y a construir un futuro mejor. Tu legado perdura en cada uno de nosotros, tus hijos, nietos y en toda la familia que has formado junto con nuestra amada madre, Pilar.

Te damos mil gracias por tu gran corazón, por tu generosidad, por tu apoyo incondicional y porque has ayudado a mucha gente sin pedir nada a cambio. Padre ejemplar, has sido un defensor de tus ideas, un hombre auténtico y coherente que has dejado huella en cada paso que has dado en la vida.

Aunque te hemos despedido de esta tierra, tengo la confianza de que ya descansas en paz  junto a Jesús en el cielo. Desde esa morada celestial, seguro que nos miras con cariño y estás velando por todos nosotros.

 A ti, padre amado, te damos hoy y siempre mil gracias por cada lección, por cada momento de felicidad compartido, por cada sacrificio silencioso y por todo lo bueno que nos has dado que ha sido mucho, muchísimo. Tu sabes lo mucho que te queremos ¡¡

Mil gracias por la felicidad que nos has dado ¡¡

En este adiós terrenal, oramos para que tu alma encuentre la paz eterna y que el amor que siempre nos has regalado continúe guiándonos en cada paso que damos. Pedimos a Dios que la luz que siempre irradió tu ser ilumine nuestro camino, y que el recuerdo de tu amor perdure en nuestros corazones hasta que nos volvamos a encontrar en la eternidad.

Mil gracias, querido padre Eloy, por haber sido  el pilar de nuestra familia, por ser la luz en nuestras vidas y por habernos regalado el privilegio de haberte tenido con nosotros.

Descansa en paz, y que la gracia de Dios te acoja en su seno eterno. Amén.

Mil gracias de corazón ¡¡

Tu hijo: Eloy



sábado, 12 de febrero de 2022

EL AMOR SIEMPRE VENCE


Carta dedicada a mis alumnos del Instituto de las Musas de Madrid:

Hoy en el día de San Valentín os quiero dar las gracias y felicitar por lo bien que lo estáis llevando y el esfuerzo que estáis haciendo durante todo este curso marcado por la pandemia.

Soy consciente de que estáis viviendo momentos de incertidumbre y que muchas veces nos podemos sentir algo desanimados y por eso un mensaje de ánimo y de cariño os quiero enviar.

Os mando toda la fuerza y la ilusión de la que soy capaz.

Estoy seguro de que a pesar de las dificultades que tenemos, cosas buenas seguro que están por venir para todos. Además os comento que una de las claves más importantes para avanzar y mejorar en la vida es descubrir nuestros talentos y poderlos compartir con los demás y todo ello impulsado por la fuerza del amor.

Y es que el amor siempre vence ¡¡

Por eso con coraje todo se alcanza y la esperanza siempre avanza con el amor que encontraréis en vuestro corazón. Es allí es donde está vuestro verdadero tesoro, el mejor regalo para el mundo que nos hace brillar y hacer brillar a otros y eso os hará más felices.

Os quiero transmitir optimismo y valentía para luchar por vuestros sueños; merece la pena trabajar para convertirlos en algo real.

Y creo que no tenemos que esperar mucho, desde hoy ya podemos dar pequeños pasos para mejorar las pequeñas y las cosas cotidianas que hacemos cada día. Y es que todo irá mejor si le ponemos más ganas, más amor a todo lo que hacemos.

Si hacemos las cosas con Amor, todo saldrá genial.

Siempre es buen momento de abrirnos y expresar todo el amor que llevamos dentro y que nos hace más libres, mejores personas y poder compartir con los demás todo lo bueno, especialmente nuestro tiempo y nuestras ganas de vivir.

Para terminar me gustaría daros a todos un buen abrazo virtual y os dejo este cuento que me he inventado y que se llama: el amor siempre vence. Espero que os guste.


Érase una vez un muchacho adolescente llamado Pedro.

Y sucedió que un buen día, Pedro ya no quería ir al instituto, estaba deprimido y aburrido y su vida se estaba convirtiendo en algo gris. Estaba cansado de soportar a sus padres, a sus compañeros, a sus profes y en definitiva estaba harto de todo el mundo.

Últimamente había suspendido varias asignaturas y eso le había provocado una caída general en su estado de ánimo del que todavía no se había recuperado.

Y es que Pedro estaba en una etapa difícil y complicada de su vida en el que pensaba que las cosas que hacía no merecían la pena, sentía mucha ira y rabia por todo lo que tenía alrededor y era rara la ocasión en el que aparecían en él emociones de alegría.

Pedro sentía que su vida era un asco, no era nada feliz, quería escapar de todo pero no sabía cómo salir de aquella situación.

Sobre todo el faltaba confianza y autoestima por la incertidumbre que tenía, porque no sabía lo que quería hacer en su vida, estaba disperso y no era capaz de focalizar su atención en algo positivo y concreto, algo por lo que estuviera dispuesto a luchar y esforzarse.


Aunque había algo importante para Pedro y era el poder complacer a sus padres. Porque Pedro amaba mucho a sus padres y deseaba de todo corazón poder ayudarles, aunque solamente fuera aprobando y sacando buenas notas en el instituto. Aunque también esa baza la estaba perdiendo y eso le hacía sentir agobiado y angustiado.

En las últimas semanas Pedro les preguntaba muchas veces a sus padres por su futuro:

-¿A que me voy dedicar en el futuro?, les decía Pedro a sus padres.

-Ahora no te preocupes, lo que tienes que hacer es aprobar y luego ir a la Universidad dentro de un par de años, comentaba la madre de Pedro.

-A ver si te vas a dejar algo para el verano y encima nos amargas las vacaciones, hijo tú estudia que es lo que tienes que hacer, repetía su madre una y otra vez.

A Pedro no encajaban el mundo que tenía a su alrededor, ya no le gustaban las conversaciones de sus compañeros de clase, estaba asqueado de hablar siempre de fútbol y de sexo.

Cada vez estaba más sólo y su luz apenas podía brillar.

En casa las cosas tampoco acompañaban debido a las dificultades económicas y el estrés familiar para llegar a final de mes.

Ese año estaba siendo muy duro para todos y Pedro no sabía lo que podía hacer.

Por la noches, Pedro se ponía a llorar al acostarse, sobre todo cuando no le oían sus padres.

Sentía mucha impotencia por aquella situación. Sobre todo sentía amargura, frustración y decepción en su corazón. Se había convertido en alguien que no quería ser y eso le angustiaba y le producía mucho dolor.

Un día en casa con sus padres y en mitad de la comida, Pedro explotó:

-“Estoy harto, ya no puedo más”, les dijo Pedro a sus padres muy enfadado.

-“Ponte las pilas, estudiar es lo que tienes que hacer. Mira tu padre cómo está por no haber ido a la Universidad”, comentaba la madre de Pedro con la voz desgarrada.

-“Pues estoy harto y no voy estudiar”, comentó Pedro. A continuación se levantó de la mesa y se marchó a su habitación dando un buen portazo.

-“Se le pasará el cabreo”, apuntaba el padre de Pedro.

En la habitación Pedro se puso a llorar y mientras escuchaba la radio poco a poco fue recuperando la calma.


Sus padres se habían quedado en la cocina muy tristes y abatidos y tampoco se explicaban lo que estaba pasando y cómo salir de aquella situación. Estaban bloqueados.

-¿Qué vamos a hacer?, comentaban angustiados los padres de Pedro.

Y es que esos momentos en la casa de Pedro se habían levantado varias preguntas:

-¿Dónde estaba la alegría que tenía Pedro tan solo hace varios meses atrás?

-¿Dónde estaba el cariño de sus padres?

-¿Qué estaba pasando en aquella familia?

-¿Qué estaba fallando?

Un día ocurrió que Pedro estaba en clase y se desmayó, se había quedado inconsciente y al caerse al suelo se había golpeado la cabeza.

Todo el mundo estaba muy preocupado y mientras estaban avisando al servicio de emergencias 112, Pedro abrió los ojos, recobró el conocimiento y volvió a la normalidad.

Habían pasado apenas 5 minutos y cuando despertó vio a todo el mundo a su alrededor.

Todos le estaban animando.

Pedro ser sentía muy aliviado, se había quedado en un simple susto.

Lo más importante de todo fue que mientras estaba inconsciente había tenido un sueño y todavía podía acordarse de ese sueño, que no entendía muy bien.

Soñó que estaba en clase como un día normal, pero que en ese momento se había cruzado la mirada y la sonrisa de Marta, una compañera de su clase.



Entonces Pedro se había atrevido a quedar con Marta para tomar un café en el recreo y ella había aceptado.

Y esa decisión y acción que tomó le había cambiado la vida.

En aquel recreo las palabras, la energía y el apoyo de Marta habían comenzado a transformar a Pedro, algo había sucedido dentro de su corazón, se había producido una rendija y ahora la luz de su alma comenzaba al fin a salir.

La amargura se había convertido en algo dulce, grande, capaz de sentir y de perdonar. Ahora Pedro sentía paz y amor en su corazón.

-¿Qué había pasado? ¿Había sido un milagro?

Y ese día Pedro aprendió la mejor lección de su vida y aplicando esa lección, las cosas empezaron a cambiar y mejorar en la vida de Pedro.

Ahora Pedro, por fin había aprendido que lo más importante en la vida era vivir con amor y que el amor siempre vence.

Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.

Gracias de corazón ¡¡

Se os quiere:

ELOY RUBIO ARANDA (Profesor de Física y Química)