sábado, 5 de febrero de 2022

CON EL AMOR SIEMPRE SE GANA

Esta semana hemos entrado en el mes de febrero, el mes del Amor y pronto será San Valentín. Por eso hoy os quiero contar esta historia:

Érase una vez un chico que en la asignatura de religión le propusieron como actividad hacer un texto sobre el matrimonio. El chico que lógicamente sabía poco o nada del tema se puso a indagar en internet, pero abrumado de tanta y tanta información de la que disponía se le ocurrió en lugar de buscarlo en internet preguntárselo a sus padres y a sus abuelos y así con sus respuestas poder hacer el trabajo que le habían mandado en clase.

La verdad es que no sabía que preguntar sobre el matrimonio pero quería saber cuál podía ser la clave o claves más importantes del matrimonio y por tanto de la familia, qué puede hacer que haya matrimonios que vayan bien y sin embargo por qué cada día otros mucho matrimonios fracasan y se separan.

A los primeros que preguntó fue a sus abuelos que llevan ya 63 años casados y que creía que de este tema del matrimonio eran bastante expertos. A ellos les preguntó ¿Por qué lleváis tantos años casados y qué hacéis para que vuestro matrimonio funcione y para conseguir la gran familia que tenéis?

Así sus abuelos le contaron que las claves más importantes había sido la suerte de haberse conocido, de ser buenas personas, sencillas, nobles y de buen corazón y luego que todo lo demás estaba basado en el Amor, en estar siempre juntos, en decidir quererse toda la vida y trabajar y sacrificarse el uno por el otro y por los hijos, siempre con mucho cariño, diálogo y respeto. También que era fundamental practicar el perdón e intentar ser un ejemplo de fidelidad para los hijos y nietos.



Luego el chico se atrevió a preguntar a sus padres la siguiente pregunta: ¿Cuántos años lleváis casados y cual es vuestro secreto para que el matrimonio os pueda funcionar?

Sus padres le dijeron que este año en junio iban a cumplir 23 años casados y que la verdadera clave de su matrimonio estaba en el Amor de Dios, en darse cuenta de que su matrimonio era un sacramento en el que Dios derrama su Amor en sus corazones y conseguir que los dos tuvieran fe en Cristo y vivieran también  su fe dentro de la iglesia católica y universal. Le comentaron que el Amor era la fuente que venía de Dios y que se habían dado cuenta que dónde había Amor allí estaba Dios. Le dijeron que ese Amor en Cristo era la fuerza que los unía y que el Espíritu Santo les iba poco a poco transformando y santificando para que pudieran entregarse, aguantarse y perdonarse y así poder caminar juntos a pesar de todos los problemas que les pudieran ir surgiendo en la vida. También le contaron que era muy importante cultivar el Amor con la confesión, la comunión, el diálogo y la convicción firme de que la unión matrimonial iba a ser para toda la vida, de confiar y vivir en Jesucristo y en la fuerza de la oración. Y por último en hacer las cosas siempre con mucho Amor, eso era tener una buena actitud del uno hacia el otro y con los demás en la vida.

Así con estos dos testimonios de gran ayuda que le habían dado tanto sus padres como sus abuelos el chico comentó en su trabajo de religión: me he dado cuenta de cuál es la clave para el matrimonio y por qué hay matrimonios unidos y firmes que son fuente de felicidad y otros que se van rompiendo con sufrimiento y dolor. Creo el matrimonio es como una planta y que todo depende de dónde se vayan alimentando las raíces de esa planta. Si tienen a Dios y su alimento podrán dar abundantes frutos ya que Dios es la fuente de todo Amor y donde hay Amor allí está Dios, por tanto la clave del matrimonio es el Amor.



Para terminar dejó escrito este  fragmento de la biblia que es muy típico en muchas bodas, “Si no tengo amor, no soy nada” Esto nos dice San Pablo en su primera carta a los Corintios (Himno al Amor cristiano 1 Cor, 13, 1-13)

“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo estruendoso. Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera una fe como para mover montañas, si no tengo amor, no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve”

Y colorín colorado, esta historia de Amor se ha terminado.

#SeOsquiere

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