jueves, 13 de febrero de 2025

LA LOCURA DEL AMOR

 

Bodas de plata de Eloy y Lourdes - Parroquia de Horche (Gu) 8/06/2024


"Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y en tu nombre alzaré mis manos." (Salmo 63:3-4)

Hoy quiero hablaros de la locura del Amor, porque no hay tema más hermoso que este. El Amor verdadero es más que un sentimiento o una emoción pasajera: es una fuerza divina que nos transforma, nos eleva y nos impulsa a hacer cosas maravillosas. Es vivir con el alma despierta, con el corazón encendido y con la mirada puesta en Dios, la fuente inagotable de todo amor.

La locura del Amor nos llama a entregarnos sin medida, a dar sin esperar, a creer que todo es posible cuando amamos con un corazón sincero. Nos enseña que todavía podemos cambiar el mundo, que aún podemos ilusionarnos con las personas que amamos: nuestra familia, nuestro matrimonio, nuestros hijos, amigos, alumnos y compañeros de camino. Amar es también orar por ellos, encomendar sus vidas al Señor y confiar en su plan perfecto.

Lourdes, Víctor y Lucía, ¡os quiero con locura!


Vivir enamorados permanentemente, con un amor sincero y sin condiciones, es el mayor regalo que podemos recibir. La locura del Amor nos permite ver lo invisible, escuchar lo que otros no oyen y sentir con el alma lo que el mundo muchas veces ignora. Amar es decidir confiar, es lanzarse sin miedo, es entregarse sin reservas.

No estamos locos; simplemente vivimos fuera de los límites de un mundo que nos exige pruebas para creer. Pero sabemos que lo esencial no se ve con los ojos del cuerpo, sino con los del alma. El Amor es el mejor ejemplo de ello.

Para amar de verdad, necesitamos un corazón grande, fuerte y valiente. Un corazón que se atreva, que no tema caminar, que sepa afrontar las dificultades con la certeza de que Dios nos sostiene. La locura del Amor nos da el coraje para hablar, para crear, para poner nuestros talentos al servicio de los demás.

Con ilusión, con fe y con la fuerza del Amor podemos llegar donde nadie ha llegado, hacer lo que nadie hace y experimentar una felicidad que solo puede venir de Dios, el Amor absoluto y eterno.


Bodas de plata de Eloy y Lourdes - Parroquia de Horche (Gu) 8/06/2024

#SE OS QUIERE CON LOCURA


viernes, 7 de febrero de 2025

APRENDER Y ENSEÑAR A PESCAR

 

Esta semana, quiero hablaros de aprender y enseñar a pescar. Sin duda, podemos ser más felices y hacer felices a los demás si aprendemos y enseñamos a pescar.

Pero, qué queremos pescar?

Os pongo algunos ejemplos: podemos aprender y enseñar a pescar para tener sabiduría, fortalecer la fe, cultivar la esperanza, vivir en paz y crecer en el amor. Porque no se trata solo de aprender a pescar para nosotros mismos, sino también de enseñar a otros, de ayudarles a encontrar y cosechar los verdaderos tesoros de la vida.

Sabemos que no es una tarea fácil. “Brilla en las tinieblas como luz para los rectos” (Salmo 112:4).

Necesitamos desarrollar las habilidades y destrezas para pescar esos tesoros. Y solo aquellos que han aprendido a ver con los ojos de la fe, a sentir con el corazón y a pensar con sabiduría, logran una pesca abundante. Son quienes se atreven a pescar donde los demás no pescan, los que confían en Dios y ven con los ojos del alma.

Porque los verdaderos tesoros no están en lo material ni en lo superficial, sino en los valores eternos: el amor, la fe, la esperanza, la paciencia, la misericordia y la paz. Estos valores no tienen precio ni están a la venta.

Hablamos de gestos tan sencillos y a la vez tan poderosos como una sonrisa sincera, una caricia que consuela, un abrazo que sana, la ternura de un padre y una madre, el valor de la familia y el talento puesto al servicio de los demás.

Me viene a la mente una frase de Will Smith que ilustra esta idea:

"Quiero hacer el bien. Quiero que el mundo sea mejor porque yo estuve aquí. Quiero que mi vida, mi trabajo, mi familia, signifiquen algo. Si no estás haciendo que la vida de alguien sea mejor, entonces estás desperdiciando tu tiempo."


Por eso, necesitamos aprender y enseñar a pescar, sobre todo aprender y enseñar la verdadera felicidad: aquella que proviene de servir, de amar y de entregar la vida con generosidad.

Se trata de crear una escuela de pesca donde se aprenda el arte de vivir, donde el foco esté puesto en la felicidad que nace de Dios. “Dichoso el que teme al Señor y se complace en sus mandamientos” (Salmo 112:1).

Aprender y enseñar a pescar es nuestra misión en la vida. Somos maestros y discípulos, aprendices y guías en el camino del Señor.

Por eso, sin duda, la educación y la formación en valores es la herramienta más poderosa para cambiar el mundo.

Aprender y enseñar a pescar es dar lo mejor de nosotros mismos: nuestro tiempo, nuestro esfuerzo, nuestra dedicación y trabajo. Es descubrir el talento que Dios nos ha dado y ponerlo al servicio de los demás, especialmente de los más necesitados.

Es dejar que nuestra luz brille para iluminar a otros y enseñarles a descubrir la suya. Jesús nos dijo: "Vosotros sois la luz del mundo" (Mateo 5:14).


Es practicar lo que predicamos, experimentar lo que aprendemos, y sobre todo, vivir con un propósito: ser pescadores de hombres, como Jesús nos enseñó (Mateo 4:19).

Para terminar, quiero recordarte que tenemos un reto por delante: aprender y enseñar a pescar, a impulsar una nueva escuela de vida donde el amor sea la brújula y Dios el motor. Sin miedo, con valentía, con fe y siempre movidos por la fuerza del Amor de Dios.

"El justo no temerá las malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor" (Salmo 112:7).

#SeOsquiere